Se juega este sábado (21.00 horas) un Valencia-Real Madrid, uno de los enfrentamientos más clásicos de la historia de LaLiga. Se disputa un partido en el que los blancos podrían dar un golpe casi definitivo al campeonato, si ganaran en Mestalla y el Girona pinchara el domingo frente al Mallorca en Palma. Vuelve Bellingham tras su lesión y puede que también lo haga Joselu, a cuatro días de la vuelta de octavos de la Champions frente al Leipzig. Y enfrente estará el mejor Valencia de las últimas temporadas, entusiasmado por acabar el curso peleando por Europa con la gran camada de jóvenes a la que ha dado carrete Rubén Baraja.
Pero nada de eso parece importar. Todo queda en un segundo plano porque hay un nombre que absorbe todos los focos del encuentro de Mestalla. Se trata, claro, de Vinicius Junior, protagonista de insultos racistas en el duelo de la pasada temporada, enemigo público número uno en Valencia por su intento (entienden en la capital del Turia) de criminalizar a toda la afición valencianista por esas actitudes racistas de un grupo de seguidores.
El partido del año pasado
En el partido de la pasada temporada, disputado el 21 de mayo de 2023, el Valencia ganó por 1-0 al Real Madrid gracias a un gol de Diego López. Pero la noticia no estuvo en el fútbol, sino en la expulsión de Vinicius en el minuto 70 y en lo que ocurrió en los instantes previos a la roja. El delantero brasileño escuchó insultos racistas y observó gestos imitando a un mono desde uno de los fondos de la grada de Mestalla. Y estalló. Avisó al árbitro del partido, De Burgos Bengoetxea, de lo sucedido y señaló con el dedo a los racistas.
La mayoría de los jugadores del Real Madrid se encararon con aficionados del Valencia de ese fondo, mientras jugadores locales, como el capitán José Luis Gayà, trataban de que se mantuviera la calma. Al final, la cosa se calentó y se montó una tangana en la que Vinicius golpeó con su mano la cara de Hugo Duro. El árbitro ignoró el resto de acciones de la refriega y solo expulsó al brasileño, lo que elevó su indignación y la de todo el madridismo. El Comité de Competición le acabó retirando la roja, en una polémica e incomprensible decisión.
La denuncia de Vinicius
“No fue la primera vez, ni la segunda ni la tercera. El racismo es normal en la Liga. La competición cree que es normal, así que la Federación y los oponentes lo animan. Lo siento mucho. El campeonato que una vez perteneció a Ronaldinho, Ronaldo, Cristiano y Messi, hoy pertenece a los racistas“, denunció aquel día Vinicius a través de sus redes sociales.
“No olvidamos lo que pasó el año pasado”, decía este viernes Carlo Ancelotti, que encendió los ánimos del valencianismo aquel día al afirmar tras el encuentro que todo el estadio había llamado “mono” a su delantero. En realidad, el propio italiano lo rectificó días después, lo que Mestalla coreó al unísono fue “tonto”, también ofensivo, sí, pero sin tintes racistas. La confusión, no obstante, ha servido para que el Valencia y el valencianismo consideren que se aprovechó el racismo de unos pocos seguidores chés para criminalizar a toda la afición del Valencia.
El documental de Netflix
Lo cierto es que aquel episodio puso de una vez por todas sobre la mesa el problema que sufre el fútbol español con el racismo. Antes hubo otros episodios, por supuesto, pero el de Mestalla encendió definitivamente la mecha de la indignación y propició el interés también fuera de España. Netflix encargó poco después un documental, ahora puesto en el primer plano tras la negativa del Valencia a permitir la entrada de sus cámaras al encuentro de esta noche.
“Esta situación nos ha servido para aprender, incluido a Vinicius. Lo que quiero es que se hable de lo deportivo, esto es lo que me gustaría a mí, porque aquello es un episodio que lamentablemente sucedió y nos tiene que servir a todos para aprender y centrarnos en lo deportivo”, señalaba este viernes el entrenador del Valencia, Rubén Baraja. Lo cierto es que no será sencillo que todo se centre en lo deportivo, pues la jornada, con gran foco mediático, servirá también como pretexto para una nueva manifestación del valencianismo en contra del propietario del club, Peter Lim, así como de homenaje a los fallecidos y afectados por el trágico incendio que tuvo lugar en la ciudad hace una semana.
Entre unas cosas y otras, en fin, el fútbol parece lo de menos. Los focos estarán puestos sobre Vinicius, a quien sin duda le esperan pitidos cuando toque el balón. También sobre los aficionados presentes en Mestalla, cuya actitud se escrutará al detalle. Y sobre el propio club, justa o injustamente en la diana por el episodio. Lo ideal sería que este sábado, a eso de las 23.00 horas, solo se hable del resultado del partido. Pero quizá eso sea demasiado esperar.